Mis Reflexiones al Final de Año Como Inversor
¿Por qué invertir parece tan complicado?
Estimados lectores,
Quisiera cerrar este año 2024 compartiendo algunas reflexiones relacionadas con la inversión y otros aspectos de esta corta pero intensa vida que vivimos.
A nivel personal, los últimos cinco años han sido un período exigente. Para ponerlo en perspectiva, he vivido en tres países diferentes durante este tiempo. Dicho rápido, puede sonar emocionante o incluso trivial, pero la realidad es que han habido muchos momentos de incertidumbre que han exigido diferentes versiones de mi.
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Los que me seguís desde hace tiempo sabéis que suelo hablar de mis inicios en la inversión. Empecé seriamente (con un buen enfoque) alrededor de 2014, aunque ya en 2012 cometí los errores comunes: comprar libros de autores que no te enseñan nada útil y tratar de replicar las estrategias de personas cuyo único objetivo es venderte un curso de trading mientras presumen de su estilo de vida.
Han pasado 10 años desde entonces, y creo que a veces es necesario detenerse y reflexionar. Mirar atrás para valorar hasta dónde has llegado y cuestionarte si realmente estás en el lugar donde quieres estar.
Personalmente, me siento orgulloso de mi evolución como inversor, tanto en el sector inmobiliario como en acciones. Sin embargo, también procuro mantenerme humilde, incluso cuando los retornos han sido muy buenos en muchas de las compañías que he mencionado aquí.
A menudo me detengo a pensar que gran parte de esos resultados se deben a la suerte. De hecho, hoy creo que más del 80% de lo que nos sucede es simple y llanamente suerte (algo que antes no pensaba).
¿Por qué menciono esto? Porque cuanto más aprendemos, más conscientes somos de lo insignificante que puede ser nuestro conocimiento frente a la realidad (ver imagen anterior).
En nuestras valoraciones, predicciones o como prefieras llamarlo, siempre hay un margen de error.
Para ponerlo en contexto, recuerdo las largas noches en la universidad, hasta las 3:00 a.m., resolviendo problemas de Fourier o transformadas de Laplace. En aquel entonces, el esfuerzo se traducía directamente en resultados. Pero cuando hablamos de predecir el futuro de una empresa, la historia cambia. Hay tantas variables que, aunque consideremos el 99% de ellas, ese 1% restante puede cambiarlo todo.
¿Significa esto que es imposible batir al mercado? No, no digo eso.
Lo que creo es que lo importante es enfocarse en lo básico, en lo que la mayoría ignora. Por ejemplo, en 2011 nadie quería invertir en inmuebles, pero quienes lo hicieron multiplicaron por dos/tres sus inversiones. Lo mismo ocurrió durante el COVID o en épocas de incertidumbre como guerras y recesiones.
El secreto está en la preparación: tener siempre tus empresas en el radar, estar atento, al acecho.
¿Significa esto que debemos evitar invertir en todo momento? Tampoco. Como bien dice Buffett, “sé codicioso cuando los demás tienen miedo, y temeroso cuando los demás son codiciosos”.
Pero, más allá de las estrategias y las frases célebres, creo que lo realmente importante es entender que la inversión no solo se trata de dinero, sino de tiempo, energía y decisiones conscientes. Cada movimiento que hacemos en el mercado, en bienes raíces o incluso en nuestra vida personal, es una apuesta por nuestro futuro.
Por eso, mi mayor reflexión este año es que no solo hay que estar preparado para las oportunidades externas, sino también para enfrentar nuestras propias dudas, miedos y prejuicios.
El verdadero crecimiento como inversor, y como persona, ocurre cuando aprendemos a lidiar con la incertidumbre y aceptamos que no siempre tendremos todas las respuestas.
Siéntete libre de compartir tus reflexiones o comentarios en la sección de comentarios.
Te deseo un próspero y feliz año nuevo.
David.
Que el 2024 nos haya servido para aprender, y que el 2025 sea una oportunidad para seguir avanzando.